Éste fin de semana llovió mucho en Culiacán y pasó algo que no se ve todos los días: la ciudad oscureció a las 9 de la mañana. No sé cómo se deba describir, lo único que puedo decir es que las nubes estaban más negras de lo me haya tocado ver en mucho tiempo.
Hoy casi está limpio el cielo, el sol empieza a calentar lo que por todo un fin de semana estuvo agradable: las casas, el pavimento, la tierra, el aire, etc.
Lo que si no estuvo ni estará agradable son los baches. De por si Culiacán está al cién con los baches, después de ésta lluvia está al 150% y continuará aumentando porque el material con que reparan es más corriente que Pepito en misa.
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