Con información de El Universal.
Comer frutas disminuye el riesgo de tener diabetes, mientras tomar sus
jugos lo aumenta. Al desayuno, ¿se come la naranja en gajos o se la toma
como jugo? Uno pensaría que para la salud cualquiera de las dos
opciones da lo mismo, pero un nuevo estudio lo hace pensar de nuevo.
De acuerdo con la investigación publicada en la última edición del
British Medical Journal, incluir en la dieta más frutas enteras tiene
una relación directa con la disminución del riesgo de desarrollar
diabetes tipo 2, mientras que el consumo de jugo de frutas está
relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
La diabetes es un grupo de enfermedades que se caracterizan por niveles
altos de glucosa en la sangre como resultado de una producción
deficiente de la hormona insulina, una acción inadecuada de la insulina o
quizá ambas cosas.
En los adultos, la diabetes tipo 2 representa alrededor del 90 al 95 por
ciento de todos los casos diagnosticados. Por lo general comienza como
una resistencia a la insulina, un trastorno en el cual las células no
utilizan la insulina apropiadamente.
En el estudio, investigadores de la Escuela de Salud Pública y la
Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de Singapur,
analizaron los datos de tres estudios longitudinales que han seguido
durante décadas los hábitos y estado de la salud de médicos y enfermeras
de Estados Unidos.
Dentro del cuestionario que estos profesionales de la salud contestan
periódicamente hay preguntas sobre la dieta, como cuán frecuente consume
frutas y cuáles consume.
Tras el análisis, los expertos hallaron que las personas que consumen al
menos dos raciones de frutas enteras a la semana reducen hasta en un 23
por ciento su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 cuando se les
compara con aquellos que casi nunca comen frutas (menos de una ración
por mes).
En cuanto al jugo de frutas, los expertos encontraron que quienes toman
estas bebidas una o dos veces por día aumentan su riesgo de desarrollar
diabetes tipo 2 hasta en un 21 por ciento, cuando se les compara con
quienes comen la fruta entera.
¿Por qué sucede esto? Los científicos, liderados por Qi Sun, profesor de
Harvard, creen que se debe a la rapidez con la que el cuerpo digiere
los jugos, altos en azúcares naturales de la fruta.
Si bien, las frutas contienen azúcar, al consumirlas de forma entera
también vienen acompañadas de un alto contenido de fibra que hacen más
lenta la digestión y la absorción del azúcar, en el caso del jugo, el
azúcar llega más rápido al torrente sanguíneo.
Pero si usted es un amante del jugo en la mañana, no todo está perdido.
Los investigadores también descubrieron que cambiar el jugo por fruta
entera, tres veces por semana, reducía en un 7 por ciento el riesgo de
desarrollar la enfermedad.
Aunque el consumo de cualquier fruta entera tiene un efecto positivo en
la reducción del riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2, los
científicos también determinaron que algunas frutas son más exitosas en
la tarea.
En el estudio se evaluó el consumo de diez frutas bastante comunes en
Estados Unidos: uvas o pasas, melocotón, albaricoques o ciruelas (o
ciruela pasa), plátano, melón, manzanas o peras, naranjas, toronja,
fresas y arándanos.
Curiosamente, los investigadores hallaron que el consumo de uvas,
manzana y arándanos muestra un mayor impacto en la reducción del riesgo
de desarrollar la diabetes.
Los científicos analizaron si se debe a la cantidad de azúcar que
contienen esas frutas en comparación con las otras, pero no encontraron
una relación. Según su hipótesis, pueden ser nutrientes específicos de
esas frutas las que las convierten en un mejor protector contra la
diabetes.
Así que a comer más frutas y menos jugos...
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